Antes de estudiar ingeniería, Italo Pizzolante Negrón se inició en el mundo de la comunicación con programas de radio en la emisora Ondas del Mar, de Puerto Cabello, eso fue a la edad de 15 años. También fue discjockey, llevaba su miniteca a distintas fiestas de la localidad. Al terminar el bachillerato se trasladó a Caracas y trabajó en Radio Capital y Radio Uno. En esta etapa identificó que había una oportunidad para exponer las iniciativas que adelantaban las empresas.
Al terminar el programa de radio empezó a elaborar videos en blanco y negro con una cámara que le prestó un amigo. Se dedicó entonces a grabar matrimonios y competencias deportivas:
“Siempre buscaba cuál era el papá, la mamá o el tío más emocionado con el triunfador, y a ese le vendía el video, lo cual me permitió hacer cierto capital para comprar mi propia cámara”.
Pizzolante destaca que le atraía la estructura del pensamiento que aportaba la ingeniería. Sostiene que su preparación como ingeniero le dio una ventaja competitiva en el mundo de la comunicación y contribuyó al desarrollo y difusión de una metodología, de análisis y de textos que han servido de referencia y han ayudado a la formación de jóvenes, gerentes y líderes de Venezuela y de la región.
Italo Pizzolante se planteó que el desarrollo de la Comunicación Corporativa, como empresa y como servicio, sólo sería trascendente si existía competencia y si otros también contaban con preparación y herramientas.
“Yo me dí cuenta de que yo no podía crecer como organización si no hacía crecer el mercado y hacer que creciera el mercado no era hacerlo en función mía, es decir, es una visión muy egoísta y muy miope pensar que tú haces que crezca el mercado para tú tenerlo. Esa es una equivocación muy grande… tú empujas a que haya un mercado para que haya competencia, porque la competencia no solamente te ayuda a ser mejor, te ayuda inclusive a elevar la tarifa porque hay una diferencia. Es decir, si yo siempre iba creciendo y haciendo que mi mercado fuera más grande, ¿Contra qué yo hacía que mi cliente comparara el valor?”
A esta forma de pensar, “sin egoísmo”, atribuye Italo Pizzolante, en buena medida del éxito y la expansión de la empresa que fundó hace 38 años y en la que hoy ocupa el cargo de Presidente del Consejo Directivo. Actualmente se llama Pizzolante Comunicación Estratégica, ya cruzó las fronteras venezolanas y tiene también operaciones en Panamá y República Dominicana.
El empresario además atribuye el éxito sostenido, al esfuerzo, a la constancia y a la paciencia.
“Aún cuando las cosas no van en la dirección que tú quieres, la dirección tú la cambias, y la puedes hacer cambiar sólo si eres constante, y eso requiere de una fuerte convicción, no como dice el librito de tener mucha seguridad en lo que va a pasar, no. Es aprender a manejar tus miedos porque siempre los vas a tener, porque siempre va a aparecer el ‘y si no sale’, pero lo que está por encima de el ‘y si no sale’ es el esfuerzo por hacer que suceda y esa diferencia es la constancia”Italo Pizzolante, comparte con orgullo las palabras que su padre le escribió cuando su primera empresa, “Producciones Jr. C.A”, cumplió 25 años de fundada en el 2000. En una carta firmada ese año, su padre exalta su empeño en desarrollar una actividad en la que no se había incursionado de la forma que él lo hizo.
Al relatar parte de su trayectoria profesional y personal afirma:
“Mi vida ha estado guiada por la intuición, un fuerte sentido común y una búsqueda permanente de oportunidades que a rato yo mismo construía, porque las oportunidades no aparecen se construyen, tú creas las condiciones”.
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